miércoles, 29 de octubre de 2014

Enfermedades Nocosomiales

ENFERMEDADES NOSOCOMIALES


Es cierto que las enfermedades transmisibles se pueden adquirir con más facilidad cuando se viaja o cuando las condiciones del ambiente se hacen más apropiadas para la proliferación del agente tóxico, pero otra de las enfermedades de este tipo se produce en el hospital. Esto se llama infección nosocomial.
La fuente de infección de estas enfermedades puede proceder de los mismos pacientes (lo que se considera infección endógena), de otros pacientes o del personal que trabaja en el hospital (infección exógena) o puede producirse por la adquisición de flora exógena a la que sigue la infección endógena. En cuanto a los mecanismos de transmisión son igual que en cualquier enfermedad transmisible.


Los factores de riesgo de tipo intrínseco que más influyen son la diabetes seguido de la neoplasia. En cuanto a los factores de riesgo de tipo extrínseco el que más prevalencia tiene es la intervención quirúrgica por delante del catéter urinario cerrado. La infección  urinaria con aproximadamente el 22.1% es la principal, seguida de las respiratorias.

En los últimos años el número de infectados se ha reducido progresivamente; siendo en 1990 de 8.5% hasta la más baja, registrada en 2011 de 6.3%. Entre el 1 y el 1.5% de éstos fallece como consecuencia directa de la infección hospitalaria y en un 3 o 4% de los casos la infección contribuye en la causa de este fallecimiento. Asimismo supone un gasto extra de aproximadamente el triple para el hospital, ya que se prolonga la estancia del paciente entre 2 y 11 días.
Por este motivo la Sociedad Española de Medicina Preventiva Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) creó el proyecto EPINE (Estudio de Prevalencia de la Infección Nosocomial en España) en 1990. Casi todas las comunidades recomendaron a sus hospitales unirse al proyecto y en el año 2011 ya se ha conseguido la implicación de 287 hospitales y el estudio de 61222 pacientes.

Aunque el número de infectados desciende, sigue siendo necesaria la vigilancia epidemiológica en los hospitales. Gracias a esto podemos medir los niveles de infección, identificar los microrganismos implicados y conocer los factores de riesgo de infección. Nos permite también evaluar la eficacia de medidas preventivas y de control y obtener información para la mejor identificación de recursos posibles. En la prevención y control debe participar todo el personal sanitario y deben existir normativas y protocolos escritos para todos los servicios y actividades.

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