Pruebas para la
sensibilidad
El análisis de
sensibilidad determina la efectividad de los antibióticos contra
microorganismos (microbios), como bacterias, que han sido aislados en los
cultivos.
El análisis de la sensibilidad se
puede llevar a cabo junto con:
- Hemocultivos
- Urocultivo de toma limpia urocultivo
de muestra de autosondaje
- Cultivo de esputo.
- Cultivo de endocérvix
- Cultivo de garganta
- Cultivo de heridas y otros cultivos
Pruebas cuantitativas
Algunas de las
pruebas de susceptibilidad antimicrobiana más comunes que producen resultados
cuantitativos incluyen:
· Susceptibilidad
por caldos diluidos: realizada por una serie de diluciones del
antibiótico, en concentraciones decrecientes, a partir de un caldo de
crecimiento bacteriano puro, hasta obtener la menor concentración del
antibiótico que es capaz de causar la muerte al aislado en el tubo.
· Pruebas de agar diluido: una
serie de diferentes concentraciones de antibióticos dentro del rango
terapéutico se mezclan en tubos con agar y puestos dentro de varias placas
de Petri; a estos tubos se les añade posterioremente el cultivo microbiano y se
reporta la concentración de la placa de Petri que inhibió su crecimiento.
· Prueba de epsilometría o E-test:
en la que se siembra el microorganismo sobre una placa de cultivo sólido y se
le coloca una tira con diferentes concentraciones del antibiótico, reportando el
punto en la tira que indica el comienzo de la inhibición bacteriana.
Pruebas cualitativas
Las pruebas cualitativas son efectivas y
usadas ampliamente. El método Kirby-Bauer, uno de los más empleados,
consiste en situar sobre una placa de cultivo inoculada en césped (es decir,
que en ausencia de agentes selectivos crecería en toda la superficie de una
placa de Petri) un número de discos de celulosa impregnados con distintos
antibióticos; tras la incubación del dispositivo, la bacteria no crecerá en
torno a los discos impregnados del antibiótico al que es sensible. Además, el
diámetro del halo de inhibición está relacionado con la efectividad del
antibiótico para esa cepa. Otras pruebas menos usadas incluyen el test de
Schilchter, que determina la dilución del plasma sanguíneo del
paciente necesario para que el patógeno muera, empleado ocasionalmente en
enfermedades como la endocarditis bacteriana y la osteomielitis.
Otros exámenes determinan la concentración del antibiótico en el suero
sanguíneo del paciente, indicado especialmente en terapias con aminoglucósidos,
cloranfenicol y vancomicina.
Pruebas para la
sensibilidad
El análisis de
sensibilidad determina la efectividad de los antibióticos contra
microorganismos (microbios), como bacterias, que han sido aislados en los
cultivos.
El análisis de la sensibilidad se
puede llevar a cabo junto con:
- Hemocultivos
- Urocultivo de toma limpia urocultivo de muestra de autosondaje
- Cultivo de esputo.
- Cultivo de endocérvix
- Cultivo de garganta
- Cultivo de heridas y otros cultivos
Pruebas cuantitativas
Algunas de las
pruebas de susceptibilidad antimicrobiana más comunes que producen resultados
cuantitativos incluyen:
· Susceptibilidad
por caldos diluidos: realizada por una serie de diluciones del
antibiótico, en concentraciones decrecientes, a partir de un caldo de
crecimiento bacteriano puro, hasta obtener la menor concentración del
antibiótico que es capaz de causar la muerte al aislado en el tubo.
· Pruebas de agar diluido: una
serie de diferentes concentraciones de antibióticos dentro del rango
terapéutico se mezclan en tubos con agar y puestos dentro de varias placas
de Petri; a estos tubos se les añade posterioremente el cultivo microbiano y se
reporta la concentración de la placa de Petri que inhibió su crecimiento.
· Prueba de epsilometría o E-test:
en la que se siembra el microorganismo sobre una placa de cultivo sólido y se
le coloca una tira con diferentes concentraciones del antibiótico, reportando el
punto en la tira que indica el comienzo de la inhibición bacteriana.
Pruebas cualitativas
Las pruebas cualitativas son efectivas y
usadas ampliamente. El método Kirby-Bauer, uno de los más empleados,
consiste en situar sobre una placa de cultivo inoculada en césped (es decir,
que en ausencia de agentes selectivos crecería en toda la superficie de una
placa de Petri) un número de discos de celulosa impregnados con distintos
antibióticos; tras la incubación del dispositivo, la bacteria no crecerá en
torno a los discos impregnados del antibiótico al que es sensible. Además, el
diámetro del halo de inhibición está relacionado con la efectividad del
antibiótico para esa cepa. Otras pruebas menos usadas incluyen el test de
Schilchter, que determina la dilución del plasma sanguíneo del
paciente necesario para que el patógeno muera, empleado ocasionalmente en
enfermedades como la endocarditis bacteriana y la osteomielitis.
Otros exámenes determinan la concentración del antibiótico en el suero
sanguíneo del paciente, indicado especialmente en terapias con aminoglucósidos,
cloranfenicol y vancomicina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario