Aspergiliosis
Es una infección o respuesta alérgica debida
al hongo Aspergillus.
Causas
La aspergilosis es causada por un hongo (Aspergillus)
que comúnmente crece en hojas muertas, granos almacenados, pilas de estiércol o
abono u otra vegetación en descomposición. También se puede encontrar en las
hojas de marihuana.
Aunque la mayoría de las personas frecuentemente están
expuestas al aspergillus, las infecciones causadas por el hongo
rara vez ocurren en personas con un sistema inmunitario normal. Las infecciones
raras causadas por el aspergillus abarcan neumonía y bola
fúngica (aspergiloma).
Existen varias formas de aspergilosis:
- Aspergilosis pulmonar de tipo broncopulmonar
alérgica: es una reacción alérgica al hongo que generalmente se desarrolla
en personas que ya tuvieron problemas pulmonares, como asma o fibrosis
quística.
- Aspergiloma: es un tumor (bola fúngica) que se
desarrolla en un área de enfermedad pulmonar o cicatrización pulmonar
previas, como una tuberculosis o un absceso pulmonar.
- Aspergilosis pulmonar de tipo invasivo: es una
infección grave con neumonía que se puede diseminar a otras partes del
cuerpo. La infección ocurre casi exclusivamente en personas con sistemas
inmunitarios debilitados debido al cáncer, SIDA, leucemia, trasplante de
órganos, quimioterapia u otras afecciones o medicamentos que reducen el
número de glóbulos blancos normales o debilitan el sistema inmunitario.
Síntomas
Los síntomas dependen del tipo de infección.
Los síntomas de la aspergilosis alérgica
broncopulmonar pueden abarcar:
- Tos
- Tos con sangre o tapones mucosos de color castaño
- Fiebre
- Indisposición general (malestar)
- Sibilancias
- Pérdida de peso
Otros síntomas dependen de la parte del cuerpo
afectada y pueden abarcar:
- Sangre en la orina
- Dolor de huesos
- Dolor torácico
- Escalofríos
- Disminución del gasto urinario
- Dolores de cabeza
- Aumento en la producción de esputo que puede
tener sangre
- Insuficiencia respiratoria
- Ulceras (lesiones) cutáneas
- Problemas de visión
Tratamiento
Un aspergiloma no suele tratarse (con medicamentos
antimicóticos), a menos que haya sangrado en el tejido pulmonar, en cuyo caso
se requiere cirugía.
La aspergilosis invasiva se trata con varias semanas
de un fármaco antimicótico llamado voriconizol, el cual se puede administrar
por vía oral o directamente dentro de la vena (IV). También se pueden utilizar
anfotericina B, equinocandinas o itraconazol.
La endocarditis causada por Aspergillus se
trata mediante la extirpación quirúrgica de las válvulas cardíacas infectadas.
También se necesita una terapia antimicótica a largo plazo.
Los fármacos antimicóticos solos no ayudan a las
personas con aspergilosis alérgica. Este tipo de aspergilosis se trata con
fármacos que inhiben el sistema inmunitario (inmunodepresores), casi siempre
prednisona por vía oral
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